Los bonos sostenibles están de moda y a lo largo de este blog hemos ido publicando diferentes artículos en línea con la sostenibilidad como “La titulización sostenible y el cambio climático”, “Llegan los bonos azules, ¿sabes lo que son?” o “La educación financiera y los factores medioambiental y social”. En el presente artículo hablaremos de los bonos de género, pondremos varios ejemplos reales de estas emisiones y donde se encuentran localizadas.
Desde 2013 se han emitido bonos que se pueden enmarcar dentro de la categoría de género, como el programa Banking on Women Bond, un programa lanzado por la Corporación Financiera Internacional con un importe de 268 millones de dólares con el objetivo de impulsar la financiación a mujeres emprendedoras. En la imagen 1 podemos ver ejemplos de emisiones de bonos de género desde 2017:
Cada vez más empresas e instituciones se han sumado a estas emisiones como The Dai-ichi Life Insurance Company, una de las aseguradoras más grandes de Japón, que anunció el 27 de noviembre de 2017 en un comunicado la compra del primer Gender Bond o Bono de Género emitido por el Banco Asiático de Desarrollo (BAD), con el fin de apoyar la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer.
La compañía japonesa ha comprado en su totalidad el bono, lo que la convierte en el inversor único de la emisión, con un importe de 130 millones de dólares neozelandeses (75 millones de euros aproximadamente).
En 1998 el BAD adoptó una política sobre género y desarrollo, considerando que, para reducir la pobreza, la ayuda a las mujeres y niñas tiene que ser una prioridad en su trabajo. Reafirmó ese compromiso con la integración de la igualdad de género en su misión con la adopción en 2008 de su plan estratégico Strategy 2020, en donde identificó la igualdad de género como uno de los cinco cambios que debe hacer en todas las operaciones. El acercamiento del BAD a la igualdad de género siguió cobrando importancia como un pilar básico dentro de los 7 en los que centró su último plan estratégico Strategy 2030 (publicado en 2018).
“Mediante la emisión de este bono, BAD está demostrando que podemos integrar consideraciones de género en nuestras operaciones de financiación. Incorporar la igualdad de género en el trabajo de BAD es esencial en nuestra misión de promover un crecimiento sostenible e inclusivo en Asia y el Pacífico”
-Pierre Van Peteghem, Tesorero del BAD
En la región de Asia y el Pacífico podemos encontrar grandes economías con crecimientos muy altos pero también se localizan dos tercios de los habitantes más pobres del planeta. Pero no afecta por igual a los géneros, la tasa de desempleo de las mujeres es superior a la de los hombres, llegando a casi duplicar la tasa media mundial. Según unwomen.org: “Numerosos países han asumido compromisos formales en materia de igualdad de género, pero el cumplimiento de estos compromisos se ve debilitado por varios factores, desde la escasez de recursos hasta diversas incoherencias en la ratificación de leyes, pasando por los trastornos provocados por los desastres naturales”.
Los fondos recaudados a través del Bono de Género emitido por el BAD tienen como fin financiar proyectos que promuevan la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer. Un ejemplo lo podemos encontrar en el proyecto bangladesí Second Small and Medium-Sized Enterprise Development, en el que, además de facilitar el crédito a mujeres, provee herramientas para incrementar la educación financiera y la práctica de estos conocimientos.
En la imagen 2 se puede apreciar un esquema de la emisión del BAD y como los fondos recaudados para financiar proyectos de género no solo se enmarcan dentro del ODS número 5 (lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas) ya que los fondos contribuirán a los siguientes 4:
En octubre de este año FIRA (Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura) emitió el primer bono de género en México con 3 años de maduración y con un importe de 3.000 millones de dólares, con el objetivo de proveer financiación a mujeres que requieran capital y recursos para infraestructuras productivas. La emisión de este bono social de género constituye un mecanismo innovador que busca atraer más inversores con un interés en promover la igualdad de género. El bono de género cumple con los Principios de los Bonos Sociales de la Asociación Internacional de Mercado de Capitales (ICMA por sus siglas en inglés) que es una guía que establece las recomendaciones para impulsar el desarrollo de las emisiones de bonos sostenibles bajo los principios de transparencia, divulgación e integridad que han de regir este mercado[1].
Todavía queda mucho camino por recorrer, es importante quedarnos con el impulso y fomentar la emisión de los bonos sostenibles que ayuden a mejorar el mundo en el que vivimos. Gracias a este tipo de emisiones la oportunidad llega a una parte de la sociedad que se encuentra en riesgo de exclusión.