La actividad de los Montes de Piedad en España está unida de forma indisociable al préstamo prendario, más conocido por su denominación tradicional: el empeño. Estas entidades sin ánimo de lucro nacen hace siglos con el objetivo de promover la inclusión financiera, pero el hecho de que al formalizar un empeño sea imprescindible dejar joyería en depósito a modo de prenda podría dar a entender que esta solución financiera no está al alcance de los jóvenes, ya que este segmento de la población no suele disponer de un gran patrimonio en forma de alhajas. Sin embargo, esto no es del todo cierto.
Los Montes de Piedad como fuente de financiación
Son muchos los jóvenes que cuentan con un pequeño patrimonio en forma de joyas, procedentes de regalos, herencias y, cómo no, adquiridas por ellos mismos. No debemos pasar por alto que la joyería juega un papel relevante en la práctica totalidad de las tendencias de moda y, además, goza de un protagonismo indiscutible en la estética bling-bling, muy extendida en las escenas de estilos musicales tan populares en esta franja de edad como son el rap y el reguetón. Resulta fundamental, por tanto, que los jóvenes sean conscientes de que sus joyas pueden convertirse en un aval para resolver necesidades puntuales de liquidez, siempre de forma consciente y responsable, en cualquier Monte de Piedad.
Lo expuesto en el párrafo precedente es más importante de lo que podría parecer a simple vista, puesto que parte de los jóvenes en España, uno de los países con mayor grado de bancarización a escala global, corre riesgo de exclusión financiera por un hecho objetivo: nuestro país se encuentra en el puesto más alto del ranking europeo de desempleo juvenil, con un paro del 32,3% en la franja de edad hasta 25 años, y tasas de temporalidad escalofriantes que duplican (o incluso triplican) las del resto de la población activa. ¿En qué se traduce esto? En que si un joven no cuenta con estabilidad económica, puede afrontar serias dificultades para obtener crédito a través de la banca tradicional. Esta dificultad no existe en la operativa de los Montes de Piedad, que se traduce en financiación ágil, transparente y sencilla con el único aval de una joya de oro. De hecho, existen Montes de Piedad que cuentan con productos específicos orientados a este perfil de cliente.
El oro como vehículo de inversión para los jóvenes
Nuestro país carece de una “cultura del oro” tan arraigada como la de nuestros vecinos centroeuropeos, pero la realidad es que cualquier cartera de inversión bien diseñada debe estar diversificada y este metal precioso es bien conocido como valor refugio por antonomasia (sobre todo, en escenarios de alta inflación y volatilidad). Los jóvenes tienen la opción de incrementar su patrimonio en joyas a través de las subastas de los Montes de Piedad, de modo que puedan disfrutar del uso de estos bienes y, al mismo tiempo, contar con ellos como depósito de valor. Más aún, hay también Montes de Piedad que ponen a disposición de sus clientes oro de inversión (lingotes), incluyendo formatos al alcance de cualquier interesado.
Otros servicios ofrecidos por los Montes de Piedad relevantes para los jóvenes
De todo lo expuesto cabe deducir que la propuesta de valor de los Montes de Piedad para los jóvenes es única, por exclusiva de estas entidades centenarias. Sin embargo, no se limita a los servicios detallados. Además de las soluciones mencionadas, debemos tener en cuenta servicios complementarios que también merecen atención. Por ejemplo:
- Servicios de tasación, de gran utilidad en escenarios como la partición de una herencia o la contratación de seguros.
- Servicios de custodia, para depositar las joyas en un lugar seguro durante periodos de ausencia.
Y todo lo anterior sin olvidar la educación financiera como punto de partida, de modo que cada cliente cuente siempre con información completa para tomar decisiones informadas. En definitiva, los Montes de Piedad en España ponen a disposición de los jóvenes soluciones financieras exclusivas que merece la pena que conozcan y consideren.
Atribución : Foto de Heiner