En tan sólo 20 años, la mayoría de nosotros hemos pasado de pagar siempre en metálico o con tarjeta, a tener un abanico casi infinito de formas para pagar: con móvil, smartwatch, pulsera digital, cuenta bancaria, criptomonedas, etc. Los medios de pago digitales se han convertido en una fuente inagotable de innovación tecnológica al servicio de clientes y empresas.
Podríamos decir que todo comenzó en 2002, con la salida a bolsa de PayPal. Paypal era un producto desarrollado por la empresa X.com, fundada por Elon Musk, el visionario emprendedor surafricano que hoy en día conocemos por sus coches eléctricos (Tesla), viajes espaciales (SpaceX) y trenes que viajan a 1.000 Km/h (Hyperloop).
Paypal permitía realizar compras a través de Internet de una manera rápida y segura. Comprador y vendedor llegaban a un acuerdo sin necesidad de verse las caras mientras que el intermediario (PayPal) podía escalar exponencialmente su solución manteniendo una estructura de costes muy reducida. Esto hacía que el precio unitario de cada transacción fuera fácilmente asumible por comercios y compradores, promoviendo los pagos en Internet a través de su solución. Habían nacido los pagos digitales.
En poco más de 10 años, los pagos digitales se convirtieron en la principal manera de monetizar la presencia de Internet de cualquier empresa. Ejemplos como Amazon, que aunó conceptos como Marketplace y E-commerce, muestran claramente cómo se pueden generar ingresos millonarios con un modelo de negocio diseñado alrededor del mundo de pagos digitales ideado por Musk.
Así que pasó lo inevitable, todos comenzaron a copiar a Musk y a crear soluciones digitales de pago. Se produjo una carrera a toda velocidad por crear nuevos modelos de negocios alrededor de mil y una nuevas formas de realizar pagos (digitales).
Una nueva fiebre del oro en la que han participado desde pequeñas startups, que luego han llegado a ser importantes fintechs, como Verse, Klarna o Transferwise, hasta grandes empresas tecnológicas, como Google, Apple o Samsung y sus wallets de tarjetas (XPays), o Facebook con sus pagos con WhatsApp.
Y esta fiebre se ha extendido por todo el planeta, dando lugar en Asia al nacimiento de gigantes empresariales como Alibaba y Tencent, cuyas soluciones de pago digital (Alipay y Wechat) hacen que diariamente millones de personas olviden la barrera existente entre el mundo físico y el digital.
Pero aún quedaba un “as en la manga”, algo que ni en Silicon Valley, ni en Londres ni en Shangai supieron anticipar: los pagos a través de tu número de teléfono móvil. Un invento tan español y revolucionario como la fregona o el chupa-chups. Estoy seguro que lo conoces, se llama Bizum.
Bizum es el resultado de la entrada de los bancos españoles en la carrera de la innovación en los medios de pago. Una App por la que un usuario asocia a su cuenta bancaria un número de teléfono que la identifique, de manera que puede ordenar/solicitar transferencias entre usuarios Bizum simplemente usando números de teléfono. Un mecanismo simple que facilita los llamados pagos Peer2Peer.
Bizum presenta una clara ventaja sobre las soluciones Peer2Peer anteriores (las transferencias), y es que es mucho más cómodo. “Hacer un Bizum” es tan simple como seleccionar en tu agenda el número de teléfono de la persona a la que quieres enviar/solicitar dinero y dar a “enviar”. Rápido, seguro y muy cómodo.
Bizum cuenta con más de 14 millones de usuarios y no para de añadir nuevos usuarios. Pero su éxito no está en lo que ha conseguido, que es mucho, sino en lo que está a punto de conseguir. En breve, podremos decir que Bizum compite cara a cara con los grandes gigantes mundiales, tanto de pagos en comercio electrónico (compitiendo con el mismísimo PayPal) como de pagos en comercio físico (enfrentándose a Mastercard, Visa, Wechat o Alipay). Innovación made in Spain plantando cara a los líderes mundiales.
El éxito de Bizum sin duda atraerá todo el talento innovador español (y extranjero) para re-pensar los sistemas de pagos del futuro y los modelos de negocio que deriven de ellos, generando nuevas oportunidades. Desde la utilización de la biometría para realizar pagos seguros y rápidos sin necesidad de móviles, tarjetas o cualquier dispositivo identificativo, hasta el uso del blockchain para automatizar pagos/cobros mediante el cumplimiento de determinadas condiciones (con los famosos smartcontracts) sin necesidad de intermediarios.
Imaginaos un mundo en el que entras en un restaurante, te sientas en el sitio que te gusta, te sirven tu comida favorita, comes y te vas sin tener que buscar al camarero ni pararte a pagar. Pues ese mundo futuro, automatizado e inteligente, se acerca a gran velocidad de la mano de la innovación en los medios de pago, y España está a la cabeza con Bizum.
Autoría de la imagen: freepik