La semana pasada hacíamos referencia a los principales impactos, tanto económicos como sociales que pueden tener unos juegos olímpicos para una ciudad o país, tanto a corto como a largo plazo (puedes leerlo aquí). Pero esto no es lo único que podemos sacar en claro cuando analizamos la importancia de un evento de esta magnitud. En el presente artículo, ponemos el foco en otro tipo de impactos de los Juegos, así como en los principales desafíos a los que estos se enfrentan.
Otros impactos de los Juegos Olímpicos
Junto a los impactos económicos de los Juegos Olímpicos, cabe tener en cuenta también otros colaterales como es una mayor presencia de actuaciones en sostenibilidad. En París 2024, la sostenibilidad ha sido algo prioritario, por lo que estos Juegos han podido crear un modelo a seguir por otros acontecimientos similares. Enumeremos algunos ejemplos.
La organización se comprometió a reducir a la mitad la huella de carbono del evento, es decir, limitar las emisiones a unos 1,75 millones de toneladas de CO2, frente a la emisión de una media de 3,5 millones de toneladas de los Juegos de Tokio 2021, Río 2016 y Londres 2012, según señala el Comité Organizador de París 2024.
Por otro lado, la reutilización y reciclaje. Así, si la organización de unos juegos olímpicos ha supuesto en el pasado grandes gastos en nuevas instalaciones, el 95% de París 2024 se ha celebrado en edificios ya existentes o en infraestructuras temporales. Además, el único recinto de competición que se ha construido funciona con energía solar y utiliza materiales de construcción de origen biológico y reciclados.
Otros ejemplos de sostenibilidad en París 2024 se han localizado en la villa olímpica, con generación de energía geotérmica y solar, colchones fabricados con redes de pesca recicladas, y somieres de cartón reforzado, techos con aberturas para albergar pájaros, plantación de 9.000 árboles, y la conversión en viviendas de los 2.800 apartamentos construidos después de los Juegos. A todo esto, también se suma el impulso del desplazamiento sostenible (con 1.000 km de carril para bicicletas y 3.000 nuevas bicicletas de alquiler, junto al transporte público) y de alimentos de origen vegetal (se duplicaron las comidas de este tipo y reducido a la mitad los plásticos de un solo uso).
Otro tipo de impacto de los Juegos Olímpicos es una mayor inclusión social y accesibilidad para los discapacitados o una preservación cultural más eficaz, como señala el propio Comité Olímpico Internacional (COI). El Presidente del Comité Paralímpico Internacional (IPC en inglés), Philip Craven, sostiene que a medida que los Juegos crecen en tamaño y en escala, también aumenta su efecto transformador en la sociedad, y en el caso de los Juegos Paralímpicos, con el paso de los años han actuado como “catalizador para cambiar el enfoque de la inclusión social en los países donde se celebran los Juegos” y que ayuda a promover los derechos de las personas con discapacidadi. Pone como ejemplos, actuaciones adoptadas en ediciones celebradas de los Juegos, como la adopción por Gobiernos de legislación sobre accesibilidad, hacer accesibles destinos o lugares turísticos y creación de infraestructuras sin barreras. Craven, que fue proclamado mejor atleta paralímpico de la historia en los Juegos Paralímpicos de 2012, afirma, asimismo, que la cobertura mediática mundial de unos juegos paralímpicos amplifica el “efecto transformador” o de concienciación que pueden tener.
Desafíos
Los juegos olímpicos también están sujetos a riesgos, como situaciones de fluctuaciones en la demanda, problemas logísticos o dificultades en las economías locales si los ingresos proyectados no se materializan como estaba previsto.
En relación a los desafíos a los que se enfrentan, los expertos apuntan la ya referida viabilidad económica para evitar la tendencia de sobrecoste, la evaluación del impacto de los Juegos también a largo plazo, una planificación previa teniendo en cuenta las necesidades y beneficios para la ciudad anfitriona más allá del deporte, una mejora en la gestión de los costes con utilización de infraestructuras ya existentes y con infraestructuras que puedan ser reutilizadas después de los Juegos (ejecución de proyectos postevento), o incluso tener en cuenta costes indirectos y operativos que puedan quedar fuera de los presupuestos oficiales.
En relación con las ciudades anfitrionas, el estudio ‘Análisis del impacto económico de los Juegos Olímpicos’ii sostiene, como una de sus principales conclusiones, que cada ciudad candidata debe evaluar sus propias metas y capacidades antes de asumir la organización de unos juegos olímpicos.
Holger Preuss señala en el informe ‘La dimensión económica de los Juegos Olímpicos’iii que desde la década de 1980 se han producido dos cambios decisivos que afectan a la ciudad organizadora de unos Juegos: primero, que el Comité organizador de las Olimpíadas (OCOG en inglés) deberá tener garantías de que estos arrojarán un superávit financiero; y segundo, que se precisan instalaciones deportivas de gran magnitud, debido a la dimensión alcanzada, lo que se evidencia por el aumento significativo en la venta de entradas y en la presencia de un número superior de representantes de los medios de comunicación que de atletas.
En el TFG ‘Impacto económico de los Juegos Olímpicos para la ciudad anfitriona’iv se destaca que, a pesar del potencial económico de los Juegos, sus planes estratégicos deben centrarse en crear una dinámica consistente y capaz de aumentar la productividad en el largo plazo. Asimismo, se refiere al “alto potencial de transformación económica de un evento que no ha sabido adaptarse a las demandas de las ciudades anfitrionas y que se enfrenta a una profunda regeneración de cara a conservar su dimensión histórica”.
Tras analizar la magnitud, los impactos, retos y desafíos de los Juegos Olímpicos, podríamos concluir señalando que se dibuja un futuro con un enfoque más amplio, además de su alcance deportivo, hacia una mayor sostenibilidad, económica, ambiental y social, para lo que será clave mantener la atención hacia las ciudades que los acojan y hacia sus habitantes.
[i] Craven, P. (2016): “Los Juegos Paralímpicos y la promoción de los derechos de las personas con discapacidad”, en Naciones Unidas. Crónica ONU. Artículo en: https://www.un.org/es/chronicle/article/los-juegos-paralimpicos-y-la-promocion-de-los-derechosde-las-personas-con-discapacidad
[ii] Brunet, F. (2012): Análisis del impacto económico de los Juegos Olímpicos. Mosaico Olímpico. Investigación multidisciplinar y difusión de los estudios olímpicos. Centro de Estudios Olímpicos (UAB), 20 años, Barcelona: Ajuntament de Barcelona. Referencia al estudio en: https://www.agenciasinc.es/Noticias/Los-juegos-olimpicos-no-siempre-son-rentables.
[iii] Preuss, H. (2010): La dimensión económica de los Juegos Olímpicos: lecciones universitarias olímpicas, Barcelona: Centre d’Estudis Olímpics (UAB), Cátedra Internacional de Olimpismo (CIO-UAB). Estudio en: https://library.olympics.com/CNOSPA/doc/SYRACUSE/209073/la-dimension-economica-de-los-juegos-olimpicos-holger-preuss?_lg=es-ES
[iv] Jiménez de Andrade Castañón, J. A. (2021): Impacto económico de los Juegos Olímpicos para la ciudad anfitriona. ¿Estamos ante la desaparición de los Juegos Olímpicos? Trabajo Fin de Grado (TFG), Madrid, Universidad Pontificia Comillas, Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. En:
https://repositorio.comillas.edu/xmlui/handle/11531/46801
