En estas últimas semanas hemos ido repasando los diferentes aspectos que se han evaluado en el informe PISA 2022 de competencias financieras, recientemente publicado. Hasta ahora hemos visto los datos cualitativos y dos de las tres secciones que podemos valorar como datos cualitativos: finanzas y el contexto del alumnado, y actitudes de los estudiantes hacia las cuestiones monetarias y productos financieros básicos.
En este último post hablaremos de los comportamientos y estrategias hacia las finanzas.
Veamos los datos más destacables de las cuestiones valoradas: fuentes de ingreso de los estudiantes, acceso al dinero y servicios financieros, comportamiento de los estudiantes hacia el ahorro, las transacciones digitales, y el gasto y las estrategias de consumo.
¿Cuáles son las fuentes de ingresos de los estudiantes?
Las principales fuentes de ingresos que se han demostrado que tienen los estudiantes son regalos de personas que conocen o de su actividad laboral. De ahí, que se les haya preguntado por la frecuencia con la que han recibido dinero en los últimos doce meses (nunca o casi nunca, una o dos veces al año, una o dos veces al mes, una o dos veces a la semana, todos o casi todos los días):
- Una paga o dinero de bolsillo por hacer tareas de la casa.
- Una paga o dinero de bolsillo sin tener que hacer ninguna tarea.
- Trabajos fuera de las horas de clase (empleos en vacaciones, trabajo a tiempo parcial).
- Trabajo en un negocio familiar.
- Trabajos esporádicos informales (cuidar niños, ocuparse de un jardín).
- Dinero como regalo de amigos o parientes.
- Venta de cosas (mercadillos, internet).
Y, ¿cuáles son los resultados obtenidos?
En España, el 86% de los alumnos afirman recibir dinero al menos una vez al año como regalo; un 64%, dinero de bolsillo sin tener que hacer ninguna tarea; el 45%, haciendo tareas; un 38%, por venta de cosas; el 26%, por trabajos fuera de clase y 25%, por trabajos esporádicos, y un 23%, por trabajos en un negocio familiar. Los datos son similares al promedio OCDE.
Sí cabe destacar que más chicos que chicas indican recibir dinero por trabajos en cualquier modalidad, frente a las chicas, que lo reciben como regalo. Esto lleva unas conclusiones preliminares de que los chicos buscan antes ser independientes trabajando formalmente, y que más chicas que chicos no reciben remuneración por su trabajo.
Si nos fijamos en las otras comparativas que se realizan, los alumnos considerados favorecidos reciben más dinero por regalos, frente a los desfavorecidos, que lo hacen por trabajar. Situación que se da también en el caso de valorar si los alumnos son nativos o inmigrantes.
Esto último muestra que el componente socioeconómico determina en gran medida los resultados.
Acceso al dinero y servicios financieros
Para analizar qué tipo de productos tienen los encuestados y cómo afecta a su desempeño en la evaluación de competencias financieras, se le preguntó si tenían o no los siguientes productos o si no sabían qué era:
- Una cuenta en el banco o entidad financiera o de crédito.
- Una tarjeta de pago (de crédito o de débito).
- Una aplicación en el móvil para acceder a su cuenta.
El 47% de los alumnos españoles (el 63% en la OCDE) indicaron que tenían cuenta y un 24% que tienen una tarjeta de pago (el 62% en la OCDE).
En este caso no hay prácticamente diferencia entre chicos y chicas, aunque son estas últimas las que destacan en la tenencia de cuentas; pero si se destaca el perfil nativo y favorecido, dispone en mayor medida de cuenta y tarjeta.
¿Y en qué repercuten estos datos en la puntuación?
Pues como hemos ido viendo en estos artículos resumen, a mayor exposición, mejor comportamiento y resultados.
¿Cuál es el comportamiento de los estudiantes hacia el ahorro, las transacciones digitales y el gasto?
Para esta sección se volvió a recurrir a la frecuencia en la que se han realizado las siguientes actuaciones en el último año:
- Revisar la devolución correcta del cambio al comprar algo con dinero en efectivo.
- Sentir que no tenías el dinero suficiente para algo que querías comprar.
- Comprar algo en línea (solo o con un miembro de tu familia).
- Hacer un pago a través de un smartphone (es decir, un móvil con acceso a internet).
- Hacer un pago con una tarjeta bancaria (p. ej., una tarjeta de débito).
- Comprar algo que te costó más dinero del que pensabas gastar.
- Comprobar cuánto dinero tienes.
- Comprar algo porque tus amigos lo tienen.
- Enviar dinero a otras personas a través de un smartphone (es decir, un móvil con acceso a internet).
- Ahorrar dinero en una cuenta en un banco, banco en línea o entidad financiera de crédito.
- Ahorrar dinero en casa.
Para este análisis se han dividido en tres grandes bloques:
A. Comportamiento hacia el ahorro.
Para ello se analizaron las preguntas 10 y 11.
En España, el 92% indicó que ahorraba dinero en casa y el 49% lo hizo en una cuenta al menos una vez en el último año. Siendo los chicos los que más ahorran en una cuenta frente a las chicas que lo hacen en casa. El promedio OCDE indica un 88% y un 67%, respectivamente.
Teniendo en cuenta las otras dos variables, los alumnos nativos y favorecidos destacan en varios puntos porcentuales, en el ahorro tanto en casa como en cuentas.
B. Uso de transacciones digitales.
Las preguntas 3 (comprar algo en línea), 4 (hacer un pago a través de un smartphone) y 9 (enviar dinero a otras personas a través de un smartphone) son las encargadas de analizar las transacciones digitales.
¿Cuáles son los resultados?
El 85% ha comprado algo en línea, al menos una vez al año, el 58% ha realizado un pago a través del teléfono y el 31% ha enviado dinero (86%, 66% y 55%, respectivamente, en la OCDE).
En este caso, destacan claramente los chicos en realizar pagos o envíos de dinero, pero están equilibrados en compras en línea.
En clave socioeconómica, los denominados favorecidos han realizado operaciones en línea en mayor medida; al igual que los nativos, son más propensos a utilizar los medios digitales.
Llevando estos resultados a la puntuación PISA, enviar dinero a otras personas y hacer pagos con el teléfono, se asociaron a un menor rendimiento en competencia financiera (41 y 17 puntos menos) frente a los 30 más que sacaron los que habían comprado en línea.
C. Comportamiento de gasto de los estudiantes.
Las cuatro preguntas 1 (revisar la devolución correcta del cambio al comprar algo con dinero en efectivo), 2 (sentir que no tenías el dinero suficiente para algo que querías comprar), 6 (comprar algo que te costó más dinero del que pensabas gastar) y 7 (comprobar cuánto dinero tienes) han servido para valorar los comportamientos.
En España, al menos una vez al mes, el 78% han revisado la devolución (un 82% en la OCDE), un 79% han sentido no tener dinero suficiente (76%, OCDE), un 76% han comprado algo que cuesta más de lo previsto (un 77% de promedio), y un 90% han comprobado el dinero que tienen (94%, OCDE).
En esta situación, más alumnas que alumnos han informado de haber experimentado cada uno de los cuatro comportamientos valorados. Y es estadísticamente destacable que en tres de los cuatro comportamientos hay diferencias en función del entorno socioeconómico, siendo el que no ha diferencia (sentir que no tiene dinero suficiente) el que destaca en el caso de nativos/ inmigrantes (en los otros tres no hay diferencias).
¿Y en resultados PISA? A comportamientos responsables, mejor competencia. En todos los aspectos hay relación positiva, sobre todo en comprobar cuánto dinero se tiene, que mejora 37 puntos, y en revisar la devolución, que supone una mejora de 34.
El último apartado que analiza este informe es el de Estrategias de consumo de los estudiantes.
Esta vez se les ha preguntado sobre la frecuencia (nunca, rara vez, a veces o siempre) en las que realizan las siguientes actividades a la hora de gastar su paga:
- Comparar precios en diferentes tiendas.
- Comparar los precios entre una tienda y una tienda en línea.
- Comprarlo sin comparar precios.
- Esperar hasta que baje el precio antes de comprarlo.
Los alumnos que siempre o a veces:
- Comparan precios entre tiendas: 75% (74% en media OCDE).
- Comparan precios entre tiendas y tiendas online: 70% (68% en media OCDE).
- Compran sin comparar: 38% (39% en OCDE).
- Esperan a que baje el precio: 53% (55% en OCDE).
En esta última cuestión la única brecha de género a destacar es que las chicas comparan más precios en diferentes tiendas que los chicos.
Los datos más significativos los encontramos en que los alumnos de entornos favorecidos como nativos comparan mucho más los precios, tanto entre tiendas físicas, y entre tiendas físicas y en línea.
La actitud de comparar precios se asocia a una mejora de puntuación frente a la de no comparar, que supone una merma de 16 puntos en el caso de España.
Hasta aquí estas entradas de resumen del informe PISA 2022 de competencias financieras. La siguiente edición debería realizarse en 2025. Momento en el que valoraremos los efectos que están teniendo los esfuerzos realizados por el Plan de Educación financiera y las entidades asociadas en la población juvenil española.
[1] El informe completo se puede ver en el siguiente enlace)